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El polvo bajo Mi tapete

Desde su creación, Bajo el Tapete ha tenido un propósito fundamental: aportar un poquito a quien se toma el tiempo de leerlo y que lo que lea, lo identifique de cierto modo, le de fuerza e impulso para tomar mejores decisiones y hacer algo respecto a sus situaciones personales. No es un libro de motivación personal, de esos ya hay millones y la gente no los lee. Es la recopilación de experiencias, conversaciones y vivencias que expongo de una manera real y cercana, entre panas,sin formalismos, diciendo lo que se debe decir, usando metáforas, frases coloquiales y demás formas digeribles pero directas, sin tanto adorno, sin miedo a confrontarlos en el proceso, así muchos no estén listos para esa conversación o no estén de acuerdo y en ese caso pues pa' eso es la libertad de expresión.


Peeero, me he dado cuenta, que, en definitiva, tal como decía uno de mis escritores favoritos (Carlos Ruiz Zafón), "escribir es reescribir". Escribo para mí, para procesar mis vainas, lo que debo aprender y seguir mejorando. Reescribo para ustedes. Por eso, Trato de ser coherente y hablar SOLO desde lo que conozco, he vivido, sufrido y he superado (o aún no), pero que sea transparente, que no sientan que les está hablando una pelada que tiene su vida solucionada, que porque hable de algo, significa que en ese aspecto ya la tiene clara, que nada la perturba y que su vida no tiene días de mierda, ni obstáculos, ni problemas.

Detrás de estas palabras hay un ser humano REAL, al que no siempre la vida le sonríe, pero que decidió contra viento y marea buscar ser su mejor versión todos los días pa’ poder vivir una chimba.


Por eso este blog es para sacar el polvo bajo MI tapete y contarles cosas sobre mí. Pero no las buenas, sino las peyes, las que me cuesta aceptar, lo que se asume de mí, mis miedos y las mierdas con las que cargo. ¿Para qué lo hago? para que usted vea que si yo pude, cualquiera puede, que escribo para normalizar la vida real sin tanto filtro, que usted no es un bicho raro por sentirse como se siente y que puede confiar un poquito en estas líneas al saber que es una persona común y corriente, como usted, con intenciones de ayudar y servir, solo un poquito más grosera, más acelerada, mucho más estallada, pero humana, 100%.

El polvo bajo MI tapete:

1. Le tengo un miedo el HP a la crítica y me cuesta mucho ignorar las opiniones de los demás sobre mí: Me ha paralizado por años, alejándome de poder ser yo y de cumplir varios sueños y apeeeenas vine aaceptarlo y trabajarlo hace un par de meses. Tan denso es el tema para mí, que escribí una entrada completa de esto, se llama “Las Opiniones: El trapito sucio que muchos no lavan y más que una cátedra sobre porqué uno es tan pendej@ tal tener miedo de decepcionar expectativas, les hablo de cómo eso me jodió y cómo he ido superándolo más y más. Ojalá les sirva también.


2. Tengo un alter ego excesivamente perfeccionista, autoexigente y controlador: Mi psicólogo le puso un nombre: “Ana, Bancolombia todo puede ser mejor” jajajajaj (Juan, si algún día lees esto, ¡Gracias, por tanto! – Y si algun@ quiere su # me avisa, es el mejor psicólogo ever). Con él llegamos, bueno no, él llegó a la conclusión por mí, de que esa Ana no es mala, solo que en exceso puede ser INSOPORTABLE para la gente que la tenga alrededor. Esa Ana que todo me salga muy bien SIEMPRE, cuando me meto en algo doy como el 100 mil % de mí, soy malísima para delegar y soltar tareas por que me cuesta DEMASIADO confiar en que alguien hará las cosas igual o mejor que yo (sorry si suena horrible pero es la cruda verdad), me gusta que todo salga tal cual me lo imaginé y que la gente reciba lo mejor de mí o mi empresa. Ahora, puede ya usted imaginarse que pasa cuando a la niña no le sale todo bien…¡Corran hijueputa y sálvese quien pueda! jajajaja. Mentiras, mentiras, pero era un mierdero, hoy lo sigue siendo un tris, en mi defensa puedo decir que cada vez pasa menos...creo (que si porfa le preguntan a mi hermano, a mi mamá o a mi novio si esto si es verdad y me cuentan)


3. Mi personalidad tiende a ser conflictiva y tengo un genio de mierda a veces: Me costaba mucho aceptar que otros también podían tener la razón y que YO podía equivocarme. Perdón era una palabra que, si salía de mi boca, era en clave morse. Aceptar mis errores era como perder un riñón, los ojos y una pierna. Primero muerta. Tengo patrones familiares de comportamiento conflictivo, mis relaciones solían ser muy tóxicas y para rematar mi personalidad y temperamento es más bien fuertesito, ¿que creyeron, que iba a terapia para jugar a los locos Adams?, pos noup.

4. En mi vida sexual, también tengo problemas: Al hablar de sexo, la gente me pregunta ¿rezas y aplicas? y mi respuesta es sí, pero en sí en todo el sentido de la palabra. Si a disfrutar lo bueno y buscar como solucionar lo malo. Si al buen sexo, sí al hablar y buscar ayuda con mis problemas (también los tengo), si al ser abierta, sí al aceptar que no siempre tengo ganas y que no vivo pensando en culear todo el día, si a que a mi pareja le digo las cosas como son, me gusta, no me gusta, no me vine, no tengo ganas, que pereza, que rico, vení intentemos esto, etc etc etc. No soy una vieja que, porque habla de sexo abiertamente, no tiene sus rayones, sus traumas y sus malos ratos. Hablo de sexo para n o r m a l i z a r l o, no para decirles que soy la puta ama siempre sexualmente hablando.


5. Me cuesta mucho creer en mi: Yo vivo dándome palo. Es más, si escribiera 10 cosas buenas sobre mí, me demoraría un siglo y me costaría un montón. Mi perfeccionismo y orientación excesiva al logro me han llevado a nunca estar conforme, a no disfrutar lo que he logrado y a querer siempre más (que cansancio tan hijueputa esto, de verdá). No reconozco mis logros, siempre veo lo que me falta, ni veo en mí lo que muchos se han acercado a decirme. Pero he aprendido a irme creyendo los cumplidos y las palabras de admiración (que de verdad aprecio como no se imaginan).


6. Odio que me digan que no: De chiquita todo lo conseguí con pataleta, (mis papás se merecen un altar) y honestamente a veces aún las hago. Les puedo decir que los golpes por esto han sido tantos que dejé de resistirme y he ido aprendiendo que este pinche mundo está lleno de NO’s y que los Si hay que aprovecharlos al máximo cuando los reciban.


7. Detesto lavar platos y limpiar: y, ¿saben qué? Lavo platos con Azafrán (Mi empresa) de una manera absurda. Y lo que no trapeo en mi casa, me toca trapearlo en la casa de los clientes porque hace parte del servicio que ofrecemos, dejar la cocina impecable. ¡El karma es una cosa muy hijueputa!

8. Cuando algo me molesta, no sé decir las cosas: Soy pésima para quedarme callada, tengo que hablar o me enfermo, pero como les dije alguna vez, decir las cosas es importante, pero que POR FAVOR fueran asertivos al comunicar y que no fueran como yo, que a veces decía todo mal, muy mal. Me cueste admitirlo o no, todavía peco muchísimo por esto. El problema es que cuando tengo que decir algo, lo vomito, sin pensarlo, no hago filtro, hablo mucho según la emoción del momento y así tenga buenas intenciones, el tonito, las palabras escogidas, los gestos y demás hacen y dicen lo contrario. Acto seguido, la gente se siente atacada y plop.. shit happens.💩


9 Era emocionalmente muy dependiente: Y cuando digo muy era MUCHO. No había nada de amor propio, confianza en mi y certeza de que no necesitaba a nadie en mi vida para ser feliz. Me creí por mucho tiempo insuficiente, no merecedora de mucho amor sin tener que mendigarlo y por ende, durante años, tuve relaciones que no fueron sanas, porque se combinaba todo esto con mi personalidad conflictiva y era un desastre. Me amaron mucho, de eso no tengo la menor duda, y también amé mucho, pero amé mal, muy mal. Desde la necesidad, sintiendo que me iba a morir sin esa persona, idealizando todo, suplicando a quien quería irse (por la razón válida o no que fuera) que no se fuera. Puto círculo vicioso. Y me costó bastantes lágrimas entenderlo, ¡ah! y una tusa como de tres años que me volvió un iceberg que apeeenas hoy estoy derritiendo y mostrando el ponquesito que llevo dentro.

10. Soy pésima para las primeras impresiones: Han sido para mi un dolor de cabeza, sobretodo con las mujeres. Les juro que lo estoy trabajando, pero doy la impresión de que soy muy creída, fastidiosa, prepotente y bueh probablemente más adjetivos no tan chéveres. En realidad no soy eso, soy es como tímida, pero si me conoce bien soy un gamín, parchada, descomplicada y llena de amort para dar. Cuando se trata de los demás hago lo que sea para que estén bien. Me encanta a ayudar a la gente, y sólo necesita más de 5 min conmigo para darse cuenta que no es más que una primera cara que no he aprendido a mostrar mejor. Creo que nadie me cae mal, exceptuando la profesora de geometría en 5to de primaria que no me dejaba ir al baño. (¡Malparida! y mis papás nunca me creyeron) 🤬


Buehh casi que dejando los pelos en el alambrado, terminé... Siempre es que hay bastante polvo debajo.


Estos son creo yo 10 de las vainas que me hacen más vulnerable, por las que me ha tocado trabajar mucho en terapia y que algunas no están del todo solucionadas. Sin embargo, me hacen más humana, me ayudan a quererme como soy y aceptar que tengo errores, y que me equivoco (así me cueste un riñón aceptarlo). Me han ayudado a crecer absurdamente como persona, me han permitido tener un punto de partida para ser mi mejor versión y por ende poder poner ese mismo aprendizaje al servicio y crecimiento de quien humildemente lo quiera recibir.


Soy buena escuchando, y aterrizando a la gente a la realidad, dando perspectivas (Ojo, no la última palabra) no tan adornadas, pero transparentes y reales de las situaciones, para que esa persona pueda tomar sus mejores decisiones. Pero aún así con mis talentos, soy imperfecta, no puedo ni voy a agradarle a todo el mundo, solo sé que soy alguien que incansablemente, incluso a veces de manera agotadora, busca ser cada vez mejor, y que con mucho amor y cariño, aunque a veces no parezca, habla desde el corazón y lo que busca es que cada uno reconozca el polvo bajo su tapete lo limpie poco a poco y dé lo mejor de si pa que tenga la vida que se merece vivir. ¡Los quiero como un putas! gracias por llegar hasta Aquí. Con amor... una tal Ani Puerta.


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